martes, 30 de septiembre de 2008

Kimi busca hogar



Os presento a Kimi. El nombre ha sido sugerido por Io, que siempre tiene buenas ideas, o por lo menos sorprendentes. Tiene un año y medio aproximadamente. Nos lo hemos encontrado Fran y yo hace una semana en la carretera, de camino a casa, y tenía tal cara de pena que no paramos hasta que conseguimos meterlo en el coche. Creo que es abandonado, y no debe llevar demasiado tiempo en la calle porque no se desenvuelve muy bien, va muy despistado.


No os podéis imaginar el estado en el que estaba, tan triste y deprimido. Cuando le recogimos, estaba cruzando la carretera. No se cómo no lo atropellaron porque la cruzó 3 veces antes de que le cazáramos, y no os penséis que pasó corriendo, qué va, todo a paso lento lento lento, parece que buscaba la muerte, le daba todo igual, instinto de supervivencia cero.


Lo he llevado al veterinario, tiene una herida muy feilla en la pata trasera, posiblemente de algún altercado con un coche, pero aparte de eso está bien, ni siquiera está delgado, como suele ser lo habitual en estos casos. Le hemos cortado el pelo muchísimo, porque lo tenía asqueroso y además es un saco de garrapatas (bueno, ya no tanto, jejeje).


Es super cariñoso, no os podéis imaginar. Cada vez que me ve se pone como loco, y debe estar acostumbrado a vivir en casas porque no se hace nada, se espera a que lo saquemos de paseo.


Me encantaría quedármelo, le he cogido mucho cariño, pero no puedo, ya tengo dos perros y un gato. Ojalá pudiese. Pero si puedo buscarle un hogar adecuado.


¿Queréis aumentar la familia? Sólo dejadme un correo en lrcarito@gmail.com o un comentario en este post, y hablamos. Os recuerdo que vivo en Málaga…


¡Saludos a tod@s!

sábado, 6 de septiembre de 2008

Hombres & Mujeres


Si tuviese que elegir una frase que haya escuchado en boca de todos mis conocidos en algún momento de su vida, creo que sería en caso de los hombres "Todas sois iguales", y en el caso de las mujeres "Todos son iguales". Menuda batalla tenemos siempre liada con este tema. Y lo peor de todo es que nunca llegaremos a resolverla, básicamente porque o somos hombres, o somos mujeres, y casi todos sin quererlo estaremos a favor de nuestro sexo, no del contrario.

¿Pero qué mas dará? ¿Qué ibamos a hacer las mujeres sin hombres, aparte de aburrirnos? ¿Y qué harían ellos sin nosotras? Dependemos los unos de los otros, tanto tanto que si nos separásemos todos se extinguiría la especie humana. Está claro que hay que llevarse bien, entonces ¿por qué las mujeres siempre solemos tener exactamente las mismas quejas de los hombres? ¿ y por qué los hombres se quejan de lo mismo sobre las mujeres? Pues básicamente porque somos distintos, aunque no queramos admitirlo. Esta conclusión tan tonta y facilona se convierte en algo casi imposible de recordar cuando volvemos al mundo real, lleno de hombres y mujeres por todos lados. Voy a poner un caso práctico que me pasó con mi novio hace ya unos años. Hubo una época en la que la relación estaba bastante tranquila, demasiado para mi gusto. Yo deseaba verle aparecer por la puerta, con un ramo de rosas, y que me llevase a cenar en plan romántico o algo así. Pero pasaban los días y nada. Mis sutiles indirectas, que cualquier mujer habría captado al vuelo, pasaban inadvertidos para él. Yo hablaba con mis amigas de todo esto, de mis ganas de tener más pasión, de mis esfuerzos que él no veía, y llegamos a la conclusión "obvia" de que mi novio ya no me prestaba tanta atención como antes, ya no me quería tanto y no se esforzaba en que la relación fuese mejor. Así que poco a poco me fuí encabronando, a medida que pasaban los días y él llegaba felíz como si nada, yo iba a peor.

Un buen día exploté, y le dije todo tal cual, sin indirectas ni historias. Le dije que quería flores, que nunca me las traía, que quería que me llevase a cenar, y que estaba cabreadísima porque no lo había hecho. Se quedó bastante impactado, porque él estaba muy agusto conmigo, y pensaba que yo estaba igual. Y me contestó "¿Pero cómo iba a hacer todo eso, si no sabía que lo querías ? Ahora que me has dicho qué te hace feliz, haré todo lo que esté en mi mano." Desde ese día, tras 5 años de aquella conversación, él ha seguido trayéndome ramos de flores (uno cada dos meses o así), me sorprende a ratos con cenas románticas o planes inesperados y hace lo posible por prestarme más atención. Yo a cambio he renunciado a las indirectas, y si algo no me parece bien o me apetece algo, pues se lo digo, que luego ya veremos lo que hacemos. Fué un cambio muy bueno, nuestra comunicación mejoró muchísimo. Estuve muy equivocada, básicamente porque me olvidé de que él es un hombre, no una mujer, y hablamos otro lenguaje, nos mueven otros intereses. Él no captaba las sutilezas propias de mi sexo, y yo no captaba la sencillez de su felicidad. Resulta que él no necesita flores para ser felíz junto a mí, tampoco se le acaba el mundo porque no nos vayamos a cenar, está igual de agusto en casa conmigo jugando a la play.

Pero es que a veces nos empeñamos en no ver estas diferencias. Tras hablar con mi novio y que a los dos días me trajese flores, mi primer pensamiento (compartido por mis amigas) fué bastante negativo, algo así como "Claro, ahora me trae las flores, pero lo hace porque yo se lo he dicho, no porque haya salido de él, y si no ha sido por iniciativa suya no tiene valor, debería haberlo hecho sin que yo le dijese nada". Y es que las mujeres solemos ser así entre nosotras, no necesitamos especificarle a una amiga que necesitamos hablar o salir a tomar café, porque directamente nos ofrecemos sin esperar a que nadie nos diga nada.

En medio de todos estos conflictos, apareció otra amiga más (estoy rodeada) y aportó un punto de vista diferente, uno que yo no había pensado. Simplemente me dijo "¿Pero por qué sigues enfadada? Si, le has dicho lo que necesitas para ser felíz, pero lo importante es que en cuanto lo ha sabido lo ha hecho todo por tí. ¿Cómo no va a tener eso valor?".

Bueno, esto es sólo una anécdota, como estas podría contar miles de ellas sobre los malentendidos propios de sexos distintos, seguro que vosotros también tendréis las vuestras, y seguro que son todas bastante parecidas.

Lo malo de estos temas es que están rodeados por muchos tópicos, demasiados, y no hay que olvidar jamás que además de hombres y mujeres somos personas, no existen dos hombres iguales ni dos mujeres que tengan las mismas ideas.

Creo que lo fundamental es hablar, comunicarse, poner sobre las mesa todas esas diferencias que hacen que nuestra vida sea más divertida y buscar la forma de complementarlas, para que cada cual pueda cubrir en lo posible sus necesidades, propias de cada persona. Es increíble como después de muchos años tu pareja puede seguir sorprendiéndote (para bien o para mal, jejeje), somos mucho más profundos de que lo puede parecer.

Si tienes junto a tí a un hombre o mujer al que no entiendas, ¡no tires la toalla! ¡Puedes hacerlo! Pero cuidado con los consejos ajenos, que a veces tienen mucho peligro.

Vale, todo esto suena muy bonito, pero yo personalmente no soy tan civilizada siempre, a veces tengo que recordármelo para no acabar a tortas... ¡Qué bonito es el amor!